La Comarca
La Comarca Comunidad de Teruel se despliega más allá de su capital como un territorio de una autenticidad rural profunda, donde la economía combina la tradición de la ganadería ovina y la recolección de la cotizada trufa negra con la vanguardia industrial del Aeropuerto de Teruel (PLATA) y la energía eólica de sus parameras. En sus pueblos, la cultura se manifiesta en hitos como el imponente pozo artesiano de Cella o el mudéjar, integrándose en una naturaleza salvaje de cielos limpios certificados para el astroturismo y paisajes geológicos donde el río Turia labra estrechos espectaculares. Esta tierra es un paraíso paleontológico que invita al turismo a través de las huellas de dinosaurios en Galve y Riodeva, ofreciendo además experiencias de turismo activo. Todo ello se complementa con una gastronomía de montaña basada en el jamón con denominación de origen, el ternasco y las conservas en aceite, que definen el carácter de una comarca que ha sabido transformar su tranquilidad y su altitud en sus mayores activos para el desarrollo, el descanso.
La Comarca Comunidad de Teruel se revela como un plató natural excepcional gracias a la pureza de su luz y a una diversidad paisajística que permite recrear desde estepas áridas y cañones fluviales profundos hasta bosques de alta montaña en apenas unos kilómetros. Su arquitectura rural, marcada por castillos roqueros, ermitas solitarias y pueblos de piedra detenidos en el tiempo, ofrece una estética atemporal ideal para producciones de época, sus extensas llanuras ofrecen un contraste visual único para el género de ciencia ficción o las road movies. Esta versatilidad, sumada a la escasa densidad de población que facilita los rodajes y a una atmósfera de silencio absoluto, convierte al territorio en un refugio cinematográfico de gran potencia visual donde la naturaleza y la historia se convierten en un personaje más.




